Klingele Paper and Packaging Group conmemora su centenario de empresa

Remshalden, 21 de abril de 2020 – Klingele Paper and Packaging Group, uno de los principales fabricantes independientes de papel base de cartón corrugado y embalajes de cartón ondulado, conmemora este año su centenario. Alfred Klingele, el abuelo del actual socio gerente Jan Klingele, fundó la empresa el 21 de abril de sn1920 junto con su cuñado Emil Holfelder con el nombre de "Badische Wellpapierfabrik Klingele und Holfelder". En 1936 se construyó la sede de la central actual de Remshalden, cuando nuestro gran cliente Bosch se empeñó en tener un proveedor en Baviera. Actualmente el grupo Klingele desarrolla sus actividades con plantas de producción en diez países en tres continentes. El centenario será una gran celebración con socios comerciales y empleados de muchas delegaciones, pero las celebraciones planificadas se posponen a otoño debido a la crisis del coronavirus.

Contacto para más información

Sylvia Huber
sylvia.huber@klingele.com
+49 7151 701 278

Wellpappenwerk Grunbach im Jahr 1936

Apuesta temprana por nuevos mercados y áreas de negocio

Klingele Paper and Packaging Group debe su fuerte posición actual en el mercado especialmente a su valor para tomar decisiones empresariales pioneras y a su cultura como empresa familiar; que destaca por una elevada capacidad de innovación y su forma de pensar y de actuar con una visión a largo plazo. Ya a mediados del siglo pasado Klingele entró en nuevas áreas de negocio y se atrevió a dar el salto al extranjero. En 1961 se produjo la entrada en el negocio del papel con la adquisición de la fábrica de papel en la localidad de Frisia Oriental, en Weener. En esa misma década, Klingele hizo inversiones en España y así, por primera vez, más allá de las fronteras alemanas. Desde entonces, la empresa Klingele ha gestionado sus actividades en el extranjero con un éxito extraordinario. Para el suministro de clientes paneuropeos de un solo proveedor, en 2006 se fundó la alianza Blue Box Partners (BBP) junto con otras tres empresas familiares europeas. La BBP actualmente está presente en 21 países europeos, dispone de más de 87 plantas de procesamiento y ocho fábricas de papel, y con casi 9.800 empleados es una de las 3 principales del sector en Europa.

Durante la última década Klingele se ha expandido en nuevos países mediante participaciones y adquisiciones también de modo independiente. Entre ellos, junto a Escandinavia, España y Gran Bretaña, también en otros mercados menos consolidados pero con buenas perspectivas: en Mauritania el fabricante de embalajes opera en dos plantas de producción que satisfacen la creciente demanda de envases económicos, robustos y sostenibles especialmente para la industria pesquera, alimentaria y de bebidas. En 2017, Klingele también adquirió una participación en dos plantas de cartón corrugado y una planta de cajas plegables en Cuba. Allí se realizaron algunas reformas, con el objetivo de modernizar las operaciones locales, una oportunidad única para que Klingele Paper and Packaging Gruop contribuya con sus conocimientos técnicos de manera sostenible.

Junto a su compromiso internacional, Klingele ha diversificado mucho su gama de productos y de prestaciones especialmente en los últimos 25 años. A través de sus cuatro fábricas de cartón ondulado alemanas, así como de los especialistas en Wunsiedel y Villmar, la empresa ofrece la gama completa de soluciones de embalajes de cartón ondulado: desde grandes pedidos para el comercio, el comercio electrónico y la industria hasta embalajes especiales y de diseño en lotes muy pequeños. La oferta se completa mediante servicios de asesoramiento en el área de procesos y máquinas de embalajes, pero también mediante servicios de logística, material de envío y accesorios.

Klingele - Wellpappenherstellung in den 1960er Jahren
Klingele - Wellpappenherstellung heute in Remshalden

Innovación como motor del éxito y cultura familiar. Proximidad al cliente y sostenibilidad.

Para mantener el rumbo con éxito, Klingele lanzó una amplia ofensiva de innovación a principios del milenio y desde entonces ha invertido un total de unos 400 millones de euros, principalmente en maquinaria moderna y en un suministro de energía eficiente y sostenible: Actualmente, especialmente la biomasa y los combustibles sustitutivos, así como la tecnología fotovoltaica, la energía eólica y el biogás, contribuyen de modo significativo al abastecimiento energético de las empresas de Klingele, a lo que se añade un paquete de medidas para el incremento de la eficiencia energética. Por su estrategia de preservación del medio ambiente y de los recursos, Klingele recibió en 2019 el galardón "World Corrugated Award" como la empresa más ecológica del mundo de su sector.

Al éxito durante décadas del grupo Klingele ha contribuido también su cultura de empresa familiar.

Klingele Windkraftanlage in Weener. 3 MW Strom pro Jahr.
Die Klingele Photovoltaikanlage in Grunbach.

"Aspiramos a relaciones a largo plazo con clientes, empleados y socios, y esto merece la pena.", afirma Jan Klingele. "Lo que nuestros clientes aprecian también de nosotros es la calidad de nuestro asesoramiento y de nuestros servicios y nuestra flexibilidad cuando se trata de encontrar la mejor solución para el cliente. Al mismo tiempo, contamos con equipos muy estables y la antigüedad de nuestros empleados es excepcionalmente elevada. También de esto se benefician todos las partes interesadas.".

Sobre esta base, Klingele se ve bien preparada también para el futuro: "El debate en torno al cambio climático y las alarmantes imágenes de basura de plástico en el mar han conmocionado a todos. Y ahora el mundo busca soluciones ecológicas para la protección de nuestro planeta.", comenta Jan Klingele. Con nuestros productos sostenibles, completamente biodegradables, que se componen de materia prima renovable y además reciclada en gran medida, ya hacemos una importante contribución al respecto. Vemos nuestro sector bien preparado para un futuro ecológicamente mejor. Pero esto es, además, un estímulo para nosotros. "En el futuro se nos exigirá aún más que hasta ahora implementar tecnologías, pericia y mucho esfuerzo para diseñar modelos de negocio más sostenibles. Esto constituye un reto para los próximos 100 años, que aguardamos con ilusión.".